Una manera fácil de aumentar el valor de un casco es colocarle una red o malla de camuflaje, la llamada "malla de gallinero". De esta forma un casco sin calcas de 300 o 400 euros puede triplicar su valor. Pero hay que tener en cuenta que una malla que haya estado sobre el casco durante 70 años deja una huella muy característica. Los falsificadores saben esta circunstancia y se afanan para conseguirlo. Una forma de hacerlo aplicar una sustancia blanquecina (tipo cal o similar) sobre las zonas donde la malla toca en el casco, como vemos en este ejemplo. También se puede colocar una malla oxidada para que el óxido pase al casco.
En la sujeción interior, no obstante, vemos que el alambre no ha dejado ningún resto sobre el casco, lo cual denota también su colocación reciente.
Este es uno original, para poder apreciarse las diferencias.
Y aquí vemos una malla que se vende suelta y que son las que se utilizan para falsificar estos cascos.
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